En su mensaje semanal al pueblo estadounidense Barack Obama explica en esta ocasión cómo el presupuesto que ha enviado al Congreso servirá para responder a las promesas que él mismo realizó cuando era candidato, mencionando su especial interés en trabajar para que todo se pueda llevar a cabo. Entre sus promesas, la de rebajar los impuestos al 95% de las familias; potenciar las energías renovables creando "empleos verdes" que ayuden a la gente y al país. El presupuesto pretende además, y así lo recuerda el presidente, mejorar la asistencia sanitaria de los estadounidenses, donde muchas familias se quedan en bancarrota y pierden sus negocios o sus casas cuando algún miembro de la misma tienen alguna enfermedad importante. La educación también tiene su parte en estas medidas económicas, apostando Obama por conseguir una mejora educativa que ayude tanto a alumnos como a profesores. La idea es que parte del dinero salga de eliminar los proyectos que no están funcionando y que cuentan muy caros, empleando esos recursos en iniciativas que ayuden a los ciudadanos a salir de la crisis económica. Aprovecha además para enviar un mensaje a los grandes lobbies empresariales que pueden verse afectados por sus medidas, indicándoles que él está buscando el beneficio no de los poderosos sino del pueblo estadounidense en general, que fue quien le dio el voto en noviembre.
En esta ocasión el presidente Barack Obama está más sonriente que otras veces y se muestra seguro de que las medidas adoptadas van a funcionar. Transmite con sus gestos una seguridad que pretende dar esperanza a la gente.
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